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GUAU. Después de leer el primero, era inevitable llegar aquí con las expectativas rozando las nubes. Pero que no panda el cúnico, las cumple a la perfección *aliviada* Partimos 6 meses después del final de A GRITOS. Hailey está yendo a terapia, reconstruyéndose como persona e intentando que la vida siga su curso. Todo este proceso lo lleva de la mano de su familia y, por supuesto, de Jayden. Jayden no lo ha pasado nada bien. Todo lo acontecido con Hailey y Styles ha removido recuerdos dolorosos aunque está dispuesto a revivirlos y dejar de ellos algo bonito que rememorar. Son amigos, muy amigos. Tienen una amistad muy bonita y en la que se brindan apoyo mutuo. Sin embargo, él siente cosas, pero ella no quiere pensar en nada de eso. Y el tiempo pasa, y los sentimientos crecen. Hailey avanza pasito a pasito, ella misma se exaspera a veces, pero todes tenemos nuestro propio tiempo. Y Jayden está dispuesto a esperar el tiempo que sea necesario... Hasta que deja de ser suficiente. Porque es una buena persona, pero no es perfecto. Me ha parecido una segunda parte ESPECTACULAR. ¡Qué manera de crear esta amistad!, ¡qué manera de remover sentimientos y de ponernos contra las cuerdas! He vivido esta historia con muchísima intensidad y doy las gracias a Alina por ello 🙏. No me arrepiento para nada de haber empezado a leerla por la bilogía en vez de por Bad Ash, pero para nada, de verdad. Esta vez tengo un pero, pequeñito pero que me ha dejado un poco 😕 y es que hay un personaje muy importante para uno de ellos al que se le hace mención una única vez. ¿Me ha parecido raro? Sí, pero no contrarresta en absoluto mis sensaciones con el resto de la novela. Y qué manera de hacerme sufrir ❤ ¡Por más historias de Alina! |
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