El bosque de los hermanos

Comienzo esta reseña agradeciendo a Masa Crítica, a Babelio y a Coco Books la oportunidad que me han brindado para seguir conociendo las obras de la literatura infantil, que en muchas ocasiones superan en calidad a las dirigidas a un público adulto.
El bosque de los hermanos es una obra de la autora e ilustradora japonesa Yukiko Noritake, Formada en la cultura francesa en su país y más tarde en París se dedicó muy pronto a la ilustración de libros.
En esta ocasión la japonesa ha publicado uno de esos libros en los que el elemento visual tiene un peso muy fuerte. Así, aunque las frases de la obra son contadas, su efecto no tendría resonancia alguna en el lector si no estuvieran acompañadas de unos dibujos fuertemente expresivos.
Pero, ¿de qué va este libro? Como ya he anticipado en el primer párrafo, la obra es un álbum ilustrado dirigido a niños, aunque por su sensibilidad y agudeza, gustará también al público adulto. El bosque de los hermanos trata del uso y abuso que el hombre hace de la naturaleza, representada por una mujer de largo cabello pelirrojo, vestida de blanco.
Uso y abuso. Nunca mejor dicho: la obra se estructura en páginas opuestas de gran tamaño que nos presentan las acciones de dos hermanos. La primera página lleva el mismo subtítulo: un encuentro. Un hombre moreno con camiseta blanca en una página, rubio vestido de negro en la obra se encuentran con una mujer pelirroja que sale de un bosque de abetos entre los que corretean diferentes animales. Aparente los dos dibujos son exactos excepto en la caracterización de los hombres.
En las siguientes páginas comenzamos a comprobar la presencia de una profunda oposición en las acciones de ambos. Mientras que el hombre de la página par se sitúa entre los árboles con el subtítulo “estar aquí, sin más”, el de la impar se ubica en el bosque con varios abetos derribados y con la frase “pensar en el mañana” debajo.
Conforme se van pasando las páginas, la autora contrapone diferentes situaciones: “crear un rincón” y “crear una parcela”, “usar recursos que uno tiene” y “usar recursos que otros tienen” o “admirar el resultado” frente a “mostrar el resultado” entre otros. Estos hechos se ilustran a con dibujos a gran tamaño en los que la perspectiva tiene una gran importancia: todas las ilustraciones tienen una perspectiva aérea. Esto permite que los lectores se alejen de los acontecimientos y tengan una visión objetiva de los hechos para poder formarse así un juicio recto de las consecuencias del modo de relacionarse con la naturaleza. Un acierto que solo una artista conocedora de las diferentes técnicas de dibujo podría utilizar.
No quiero finalizar sin señalar la presencia física del libro. Lo primero que llama la atención es su gran tamaño, siempre un aliciente para que los más pequeños se sumerjan en la obra. Por otra parte, y no menos importante destaca la calidad del papel de un buen gramaje.
En resumen, El bosque de los hermanos es un libro muy bien editado que recoge uno de los temas que más preocupan en la sociedad actual de un modo delicado y sutil. Muy recomendable para niños y adultos.