La mansión de los chocolates

De verdad, qué gusto ha sido leer este libro en las tardes frías, con la manta y un chocolate caliente al lado Como os imaginaréis por el título, esta historia gira alrededor de una fábrica de chocolate situada en Stuttgart a principios del siglo XX.

La hija del propietario, Judith Rothmann, es una apasionada del chocolate y los dulces y sueña con poder dirigir ella misma la fábrica en un futuro. Es una chica muy capaz y emprendedora y siempre está buscando nuevas ideas y proyectos para la empresa, así que se pasa horas en el laboratorio probando mezclas. Pero a pesar de su gran capacidad, debido a la mentalidad de esa época, su padre no concibe la idea de que una mujer administre su fábrica y está empeñado en casarla con el hijo de su banquero a pesar de que ella se niega en redondo. El asunto se va enredando y lo que en un principio parecía una boda planeada para el bien de su hija parece que esconde algo más oscuro detrás.

Hay a la vez otras tramas, como la de un ex convicto con un pasado dudoso que se cruza en el camino de los Rothman y la de la madre de Judith, que refleja la situación de muchas mujeres en ese tiempo forzadas a unirse en un matrimonio de conveniencia y sin poder hacer nada más que quedarse en casa. Todo se va mezclando de una forma muy fluida y sin que el ritmo decaiga en ningún momento. Los personajes secundarios son muy interesantes también y sus historias sirven para mostrarnos costumbres y curiosidades de la época, y los hermanos de Judith, de 8 años, le dan el toque de humor a la narración.

Hacía mucho que no leía una historia de este tipo con una ambientación histórica tan bien conseguida y, aunque tiene su parte romántica (algo que no me suele gustar) y el final es un poco predecible, la he disfrutado mucho. Es perfecta para desconectar de todo y meterte en ese mundo de sabores.