El juego del mal

El juego del mal es un libro de la editorial Newton Compton Editores que pertenece a la colección Thriller. Hemos disfrutado de la historia gracias a una nueva lectura conjunta organizada por la editorial y por el blog de Laky, libros que hay que leer.

El juego del mal se presentaba como un thriller de un autor que no conocía pero del que vas leyendo comentarios positivos y me apetecía descubrir si yo coincidía con ellos, la respuesta es afirmativa.

El libro comienza con un preludio que nos sitúa en el año 82, un ambiente de futbol y selección que conocemos los que vivimos ese año, a pesar de estar relativamente cerca, esa distancia nos sirve para recrear dos espacios de tiempo bien diferenciados. Precisamente la recreación de los 80 me ha gustado mucho, 2 niños salen a tirar la basura y les raptan, y es que en esos años salir a tirar la basura era la red social de entonces porque quedábamos con los vecinos y amigos y ya aprovechabas para sociabilizar un rato.

Con esta entradilla narrada en tercera persona, el autor consigue ponerte la zanahoria desde el principio y ya estás perdido, a seguir leyendo se ha dicho.

Posteriormente los capítulos nos sitúan en lo que podemos llamar el presente de los personajes, 2018.

Tenemos ya los 2 espacios y a partir de aquí el presente se va narrando en primera persona dependiendo del capítulo, el propio inicio del capítulo nos dice quien es el narrador, una forma muy apropiada para ir descubriendo desde dentro a los personajes, concretamente a los 2 inspectores que son Álvaro y Elsa. Durante todas estas narraciones vamos a encontrar numerosos dialogos que dan velocidad y ritmo a la lectura que notas que se evapora entre tus manos.

La construcción de los personajes es progresiva y a medida que avanzas en el libro vas descubriendo nuevos matices en cada uno, al margen del la trama central que es el caso que se traen entre manos, se alternan secuencias de la vida personal de los inspectores, sus relaciones amorosas e incluso sus traumas. Un aparte que me ha gustado mucho porque aporta profundidad a la novela.

Los personajes no son excesivamente numerosos y permite al lector centrarse en los que van apareciendo, el entorno de los policías, la familia de Álvaro y los sospechosos que pueden derivar en acusados. También es importante el protagonismo de las propias victimas del asesino y el porqué han acabado así.

Una de las cosas más destacables de una novela en la que se pueden reseñar muchas cualidades, es la sencillez narrativa del autor, de forma directa, sin grandes alharacas la historia fluye, aflorando solo lo que el escritor quiere que el lector vaya descubriendo. Ambientación sin necesidad de exceso, dosificado muy bien por parte del autor, ya que aunque te permite sospechar y te pone pequeñas pistas, te das cuenta de que avanzas y avanzas y aún no sabes como va a terminar la novela y quien es el responsable de lo que ya sí se supone un comportamiento desequilibrado.

Una narración muy cinematográfica, aunque yo más bien concretaría que televisiva con tintes a serie nórdicas e incluso a veces retazos que recuerdan a True Detective con la soledad de los investigadores.

La trama principal nos aporta una historia de desaparición y crímenes, pero que en el fondo aporta los desajustes mentales que hay detrás de cada acto execrable y que muchas veces se justifican en una infancia y en una adolescencia traumática y con poca estabilidad. También se desvela el final anunciado de la relación de todo matrimonio que se vea envuelto en un tema de este tamaño , las culpas son despiadas y con ellas llega el alcoholismo, la depresión y el no pasar página.
CONCLUSIÓN :
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Una novela que se lee del tirón, que aporta mucho más de lo que es la trama en sí pero que está narrada con esa sencillez que acaba siendo elegante.

Una recomendación sin duda a cualquier lector que precise de un rato muy entretenido y que quiera descubrir a un nuevo autor y 2 investigadores que creo y espero que nos traerán nuevos casos.
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