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Un libro que ha levantado polémicas y que no tiene rumbo. Concordemos en que el libro presenta algunas temáticas correctamente elaboradas, como el capitalismo por sobre la salud, el cuestionamiento ético de los científicos respecto a si trabajar para la humanidad o la sobrevivencia personal y de la adicción como un conflicto social. Sin embargo, no puedo omitir que hay temas que aborda de forma cuestionable y quizás incluso peligrosa, entre estos tenemos, el autodescubrimiento no binario, la homofobia, la generación de intereses sexuales hacia maquinas, el abuso de menores, la asimilación del trauma por víctimas de abuso, etc. Personalmente no comparto muchas de las posturas expuestas, pero comprendo que esto no es un ensayo, sino una novela, así que corresponde juzgarlo como tal, lamentablemente como novela queda corto, no queda claro el rumbo que quiere tomar, la contracubierta nos habla de una historia de piratería farmacéutica, pero tanto el título como la portada hacen referencia a una trama más dramática sobre la autonomía robótica, supongo que es un poco de todo; cifi, drama y policial, sin llegar a cuajar del todo en nada. Si lo evaluamos como cifi, conecta perfectamente el dato duro y es verosímil en sus tecnologías, cosa que agradezco, pues no siempre es así y es lo que me ha impedido darle una puntuación mínima, pero carece de profundidad en temas insignes de la cifi, como la I.A., la autonomía de las maquinas, el límite entre el robot y lo humano, por nombrar algunos. Si lo evalúo como policial el panorama empeora, el crimen y la persecución se plantea perfectamente durante la primera mitad del libro pero luego decae, no por ser predecible (hay muchos policiales predecibles que disfruto) sino porque facilita demasiado el camino al policía, mediante giros antojadizos que no se conllevan con lo planteado al inicio. Un buen policial deja pistas que, aunque el lector no perciba al inicio, luego le hacen sentido, en este caso olvidaron ese recurso. Finalmente, al juzgarlo como drama se torna insostenible, durante las últimas 100 páginas modifica la personalidad de casi todos los personajes protagónicos salvo por Jack, desarrollos que no se ajustan a los hechos y no generan reflexión en los mismos personajes, como si entre ellos no notaran dichos cambios, lo que genera la sensación de que en el 1/3 hubieran cambiado a todos los actores del elenco. Como extra, las descripciones no terminaron de convencerme, principalmente porque se extendía en cosas irrelevantes para la trama y eran vagas en elementos esenciales, como que tan antropomórfico era Paladín, a modo personal también, hubiera omitido los 3 últimos capítulos que parecen un intento burdo de cerrar a los personajes correctamente y parecen una disculpa por no dedicarle suficiente elaboración al cierre de la historia. |
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