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Jo Nesbo ya se ha convertido (por derecho propio) en el rey del thriller escandinavo. Si con la serie del comisario Harry Hole hizo alarde de un excepcional dominio de las tramas policíacas, este escritor noruego ahora nos muestra su lado más oscuro. En El reino destapa un reencuentro familiar entre dos hermanos que han padecido una infancia realmente complicada y que nos va desgranando paso a paso, a través de cada capítulo y de cada página. La profundidad de los personajes es de un calado sorprendente. Disecciona las almas de los dos protagonistas con la misma precisión que lo hace con todos los personajes secundarios. Revuelve los sentimientos y las tripas del lector y lo sorprende con unos retratos psicológicos que dejarían lívida a la mismísima Mary Shelley. Todos los personajes, los hermanos Roy y Carl, la mujer de este último, Shannon, los habitantes del pueblo, los padres... todos ellos tienen unos matices que solo alguien con una pluma maestra podría lograr. Y realmente esto es lo que le salva (en mi opinión), porque la obra, de 600 páginas, ambientada en un pueblecito de un rincón recóndito de Noruega, parece que no avanza demasiado al principio, ni tampoco Nesbo utiliza giros sorprendentes para mantenerte enganchado, pero sus retratos del mal son tan consistentes, que no puedes dejar de leer hasta la última página del libro. En ellas encontraremos errores del pasado que, como casi siempre, persiguen como una sombra a sus deudores, además de celos, fobias, envidias, abusos, prevaricación, ajustes de cuentas y todo aquello que el mal pueda imaginar. |
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