“Un niño prodigio” de Irène Némirovsky Ismael Barruch, de 10 años es el hijo número 14 de un matrimonio sumido en la pobreza. Él se busca la vida e intenta ayudar a su familia como puede, sobre todo le gusta ir al puerto. Allí precisamente descubren que tiene un don, y es que es capaz de cantar y describir todo tipo de sentimientos. Cuando alguien tiene un sentimiento tan grande, que no sabe cómo expresarlo, él lo hace y todos lo valoran mucho. Tanto que un día un aristócrata enamorado decide comprárselo a sus padres para regalárselo a su amante, una princesa. El pequeño y su familia están encantados, van a cambiar de vida totalmente. Ismael junto a la princesa conoce el lujo, la belleza, la admiración, la popularidad… pero sólo tiene 10 años, él va creciendo y se convierte en un adolescente y con ello su genialidad se va apagando. Ya no tiene la espontaneidad infantil, ni su don. Se plantea cuestiones, intenta convertirse en un joven/hombre con talento…pero no lo consigue. A partir de entonces todos los que le mimaban y aclamaban, le dan la espalda. Esta es una novela corta o cuento que Irène Némirovsky escribió con 24 años y que se publicó en 1927 en la revista Les Oeuvres libres. Es lo primero que leo de la autora y me ha gustado mucho. Es una historia triste, pero creo que tiene el mismo talento que el pequeño Ismael, porque describe los sentimientos y las relaciones entre las personas con una precisión fabulosa. |