La reina oscura

Estamos ante un libro de fantasía, de tono más bien oscuro, pero con cierto deje juvenil, cuya trama me ha pillado completamente desprevenida. Y aunque no puedo entrar en detalles, pues entiendo que la gracia reside precisamente en saber cuanto menos mejor para que así te lo encuentres todo inesperadamente, sí puedo decir que NO es un libro de fantasía medieval como el que me esperaba encontrar al leer la sinopsis. Hay castillos, hay reyes, hay princesas... pero la trama no se centra en batallas entre los reinos ni en la lucha por el trono, sino que tira por un camino bastante diferente y plagado de secretos.

A pesar de que, a priori, el libro pueda asustar por su extensión, es una lectura bastante ágil. Tiene un lenguaje sencillo y una trama no en exceso compleja, con una estructura lineal que facilita su lectura. Además, ese toque juvenil que vemos en sus personajes y en los diálogos, le aportan un extra de ligereza.

Hay que tener en cuenta que es un inicio de saga -trilogía, creo- por lo que, inevitablemente, hay partes bastante introductorias. En este sentido es cierto que en algunos momentos hubiera agradecido un puntito más de velocidad en el avance de la trama.

No he logrado acabar de conectar con las dos protagonistas; en ocasiones, sus actitudes me confundían. Sin embargo, creo que la causa de esto puede ser lo poco que han vivido hasta el punto en el que empieza este libro. Tengo la esperanza de que, en los próximos libros, ahora que han empezado a salir de su crisálida, maduren y evolucionen permitiéndome una mayor conexión.

Creo que este libro puede gustar a aquellos lectores que busquen una lectura no muy densa, con un toque juvenil, con un lenguaje sencillo y con una trama fácil de seguir pero que al mismo tiempo esconde varias sorpresas. Lectores a los que no les moleste una pizca de romance -un poco instalove para mi gusto- y que sean amantes de la noche y sus criaturas.