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Para hablar de este libro, comenzaré primero hablando de la autora. Nadia Ghulam refugiada y activista afgana, nacida en Kabul en 1985. Su vida, como la de tantas otras mujeres afganas, está marcada por las consecuencias de la guerra civil, del hambre y del régimen talibán. Con 11 años adoptó la identidad de su hermano muerto para poder evadir las rígidas prohibiciones del régimen talibán contra las mujeres, y así poder trabajar para mantener a su familia, cosa que hizo durante 10 años. Más tarde, fue su carácter sociable lo que la llevó a colaborar con una ONG a través de la cual llegó a España en 2006, y desde entonces ha escrito varios libros autobiográficos. En este libro, la autora nos relata cómo, 4 años más tarde, tras la muerte de su tía Sha Ghul, regresa a Afganistán desde Barcelona, donde vive con su familia adoptiva, y así contarnos otra parte de su vida. A través de este viaje conoceremos cómo será el reencuentro de Nadia con su familia. Las charlas con su madre nos permitirán conocer sus raíces y la historia oculta de las mujeres de su familia. Pero también conoceremos las costumbres y la historia reciente del país, así como, la cotidianidad en esos años en que las fuerzas de coalición intentaron darle algo de estabilidad. Con una narración sencilla y amable, alejada de los dramas, Nadia nos cuenta esta historia con la que quiere: "Contar al mundo que las verdaderas heroínas son las afganas que siguen en el anonimato. Las que soportaron en toda su crudeza el ser mujer durante la guerra civil y el régimen talibán. Ser la voz de aquellas mujeres afganas que no tienen voz". Me ha gustado mucho escuchar las historias de la madre, especialmente aquellas de antes de la invasión soviética y el comienzo de la guerra, esa época donde existía la paz en el país. |
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