Dios te quiere Feliz

Reírse de los demás es sarcasmo. Reírse con los demás es amistad. Pero reírse de uno mismo es virtud.

Hay pocas cosas en las que hoy podamos ponernos todos de acuerdo, pero, sin lugar a dudas, una de ellas es el deseo de felicidad.

Hay una gran diferencia entre ser peregrino y ser turista. Los peregrinos dejan huella en el camino; en cuanto un peregrino empieza a andar, comienza a marcar flechas para el siguiente que pase por allí. Un peregrino va dejando señales para Lis que vienen detrás. El turista no; a lo sumo contempla las huellas, las curiosea, pero no las sigue.

Educar bien es educar en la fortaleza interior, lo cual es incompatible con pretender comprar el cariño de los niños satisfaciendo todos sus caprichos.

Nuestra debilidad es buena porque nos hace humildes.

Un peregrino tiene muy claro que tiene una meta y todo el resto de su vida está condicionado a alcanzar esa meta. El turista va de curioseo: un poquito de aquí y otro por allá.