Harrow la Novena

Me va a costar escribir esta reseña...


Gideon me gustó mucho. Me pareció una novela muy original, con una ambientación muy cuidada y unos personajes super potentes. No esperaba que Harrow superase esa primera parte, pero sí quería que, como mínimo, estuviera al mismo nivel. Desafortunadamente, no ha sido así.


Las primeras 450 páginas se me han hecho muy lentas y confusas. Pero muy... MUY. Y no ha sido por la peculiar narrativa -te acabas habituando a ella y le coges el gusto- sino por la falta de conexión y sentido entre los sucesos narrados.


Es cierto que a partir del quinto acto (estamos hablando de, más o menos, la página 450) la trama empieza a cobrar ritmo, vas encajando piezas y vas entendiendo qué está pasando. ¡Por fin ves la conexión con el primer libro! Sin embargo, esas últimas 300 páginas a mi no me han compensado ese inicio que se me ha hecho tan cuesta arriba.


La autora ha querido arriesgar mucho y presentar algo diferente. Y hubiera estado  bien... si la primera parte de "¿qué narices estoy leyendo?" hubiera durado 100 páginas, 150 a lo sumo. 200 si me apuras. ¡No más de 400!


Harrow no me ha dejado un buen sabor de boca. Y admito que me da rabia, porque el final me ha gustado y ha despertado en mí la suficiente intriga como para querer seguir desentrañando los secretos de esta rebuscada trama. Pero ese comienzo... Si no fuera por lo mucho que me gustó Gideon, dudo que hubiera sido capaz de superar los primeros  4 actos.


Una lectura agridulce. Espero que la desilusión se me pase antes de que se publique la tercera parte, y que con ella la autora se redima y me reconquiste.