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Estambul, 1918: esta historia comienza en la corte del último sultán del Imperio otomano. La princesa Selma tiene siete años cuando ve cómo se desmorona su mundo. Condenada al exilio, la familia del sultán se traslada a Líbano. Éste será el principio del complicado viaje que Selma hará a lo largo de su azarosa vida, un camino que la conducirá a la India y a París. Con un montón de hechos interesantes que contar, costumbres otomanas e indias, hechos históricos que yo personalmente desconocía, la autora nos cuenta la historia de su madre desde que era niña. La narración para mi está llena de altibajos, en ocasiones el contexto histórico que nos da la autora se puede hacer aburrido y farragoso pero al alternarlo con la vida de la princesa, la historia resulta muy atrayente. Para mi han tenido mucho más interés los personajes secundarios de la historia, la madre de Selma me ha parecido un personaje fascinante y me he quedado con ganas de conocer más a Zeynel, conocer más en profundidad su historia. En cuanto a la protagonista, no me ha gustado, me ha parecido superficial, caprichosa, y aunque he intentado ponerla en contexto no he empatizado con ella y muchas veces se me hacía bastante insufrible. Lo que sí me ha encantado ha sido las costumbres tanto otomanas como indias. Hay partes muy duras, la pobreza y el papel de la mujer y los niños en la cultura india ha sido algo duro de leer. Si os gusta la novela histórica con mucho contexto histórico, este es vuestro libro. |
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