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¿No os pasa que de vez en cuando dais con una novela con la que, ya sea por la historia, la forma en que está contada o por sus personajes, hacéis click y os encontráis dentro de ella desde el primer momento? “La cosecha pálida” ha sido ese libro para mí. Sin inventar nada nuevo dentro del género, ha conseguido mantenerme atrapado en sus páginas desde las primeras líneas. Escuché la versión en audiolibro (la narración está muy bien, por cierto) y me gustó tanto que, nada más terminarlo, tuve que comprarme el libro físico. Al contrario de lo que suele ser la norma en el género “La cosecha pálida” no se inicia con una desaparición, sino con una reaparición. La historia nos traslada hasta Calixe, un pequeño pueblo situado en el interior de los bosques gallegos donde, después de cuatro años desaparecida, reaparece Crucita, una joven que a su regreso asegura haber sido secuestrada por los mouros (seres de la mitología gallega). Asunta Loureiro, periodista de un diario digital, es enviada a cubrir la noticia, ya que se trata del pueblo donde vive su familia y pronto se verá envuelta en una investigación que le hará enfrentarse no solo al extraño relato de Crucita sino a un oscuro pasado familiar. Si sois fans de la novela negra “La cosecha pálida” lo tiene todo para encandilaros. Las leyendas de la mitología gallega junto con la ambientación en un pequeño pueblo, con tradiciones fuertemente arraigadas y donde abundan los secretos entre sus habitantes, consiguen crear una atmósfera envolvente que constituye el escenario perfecto para la historia de desaparición y muerte que se cuenta. Los personajes son otro de los puntos fuertes de la novela. Asunta es un personaje que cae simpático desde el comienzo y con el que es muy fácil empatizar. Por el contrario , y a pesar de ser la víctima, el discurso del personaje de Crucita consigue todo lo opuesto, y esta dicotomía me ha parecido de lo más interesante. El resto de personajes (Aurelio, La Duquesa, Agripina…) están también muy bien perfilados, y con apenas unas pinceladas uno es capaz de formarse una idea completa acerca de sus personalidades y motivaciones. La historia tiene un ritmo muy ágil, no entrando en descripciones tediosas que lo ralenticen, primando la acción y los diálogos pero sin olvidar el desarrollo de personajes. Y como buen thriller tiene un par de giros de esos que no ves venir y que sirven para descolocar al lector. En definitiva, historia en la que trama, personajes y estilo se mezclan dando lugar a una combinación perfecta que cumple con creces con el objetivo de entretener al lector y que hará las delicias de los adictos a la novela negra. |
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