Malas pulgas

Una noche más, se abre el telón en el Teatro Jovellanos de Gijón y Silvia Castro sale a interpretar su papel protagonista, cuando en mitad de la función se transforma en licántropa y asesin* a dos personas antes de salir huyendo, queda claro que no es una noche como otra cualquiera.

¿Alguien más es fan de esos libros súper entretenidos y divertidos que se leen de una sola sentada? ¿Sí? Bien, pues este es tu libro. Quédate a leer mi reseña, porque seguro que luego lo anotarás en la inmensa lista de pendientes.

Las criaturas sobrenaturales llevan un tiempo viviendo con los humanos y aunque no llegan a aceptarse del todo y siempre hay disputas, se sobrellevan, por decirlo de alguna manera. Contamos con vampiros, hombres lobo, brujos y un montón más de criaturas que me ha encantado encontrar.

Como ya os habréis dado cuenta, detrás de todo este humor tan hilarante, se esconde una fuerte crítica social hacia la intolerancia. A modo de fantasía, se nos muestra la constante lucha que hay siempre en el mundo por aquellos que son diferentes. Así que viene muy bien que en este tipo de historias, se incluya desde estas perspectivas tan divertidas. Disfrutas y encima se aprende.

Tenemos una segunda trama que va muy paralela a todo lo que os he mencionado arriba. Se trata de una pareja de detectives que tendrán que ir resolviendo todo este misterio sobrenatural. Tendremos una buena dosis de acción, amor, amistad y todo tipo de situaciones estrambóticas.

A pesar de ser corto, el ritmo del caso es más que acertado y está en su justa medida. No es precipitado, tampoco lento, ideal. El caso queda bastante bien cerrado y dejando al lector satisfecho en todos los sentidos. Quizá le falte algo de desarrollo en cuanto a los personajes, pero con la propia extensión del libro, no se les podría haber pedido mucho más.

Un libro que recomiendo mucho para pasar un rato estupendo, descubriendo junto a nuestras inspectoras un caso lleno de seres sobrenaturales que no deja indiferente a nadie. La autora ha hecho un gran trabajo, merece mucho la pena adentrarse entre sus páginas.