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Vais a leer una historia de vampiros en el antiguo Oeste . Waukegan, es un pueblo donde los hombres se miden por su fuerza y la facilidad al disparar un rifle. La guerra de Secesión terminó, pero el odio y la sangre se sigue oliendo, pocos regresan de una guerra con el alma intacta. Allí vive el Teniente, superviviente de esa guerra, padre de dos hijos cuyos nombres son iguales que los de dos forajidos de una famosa banda, Frank y Jesse. Frank, su hijo mayor, es el hombre soñado por alguien como el Teniente: fuerte, decidido, trata a las mujeres como seres de segunda categoría... En cambio, Jesse, ama los libros, sufre viendo a su madre maltratada, no, no es fácil su vida como amante de los libros en un lugar como ese lleno de brutalidad. Pero un buen día o, mejor, una buena noche, llegara al pueblo desde Londres, el nuevo médico… Nunca me cansaré de decirlo, el mundo vampiríco no está terminado, siempre se puede escribir más y más. Cada autor debe dejarle su marca. Carmen Moreno dejó la suya, llevando la historia al Oeste, con lo cual jugó una muy buena baza, trasladando al mito lejos de un castillo, una carroza negra que viaja de noche, un lobo que aúlla... Muy bien jugado, sí señora, una historia auténtica vampírica sin caer en lo tópico, pero con colmillos, hombre que parece flotar entre la niebla, fuerzas sobrehumanas, criados que dejaron atrás unos amos por otros... Ese frío cuando entras en sus dominios, ese zorro que lo intuye y corre para esconderse en el fondo del bosque, una casa con su majestuosa biblioteca, un ataúd, un sótano… Carmen Moreno, nos lleva hasta un lugar donde la violencia y el miedo son las armas para doblegar a los que creen inferiores, así que no se me ocurre un sitio mejor donde un monstruo sediento de sangre pueda buscar su escondite o quiera dejar la semilla del mal que lleva dentro. Seréis vosotros, lectores, quienes lo juzgaréis. Sí, porque vais a ser jueces de esta historia. Pues a los monstruos se les ve venir, sabemos que son monstruos y lo que esperamos de ellos, pero los humanos tienen reglas diferentes, otras formas de muerte y sufrimiento, que la mayoría de veces simplemente pasan desapercibidas y las toleramos pensando que son justas y nos las merecemos. Ya lo dijo Jack Ketchum: "Temo más a los humanos que a los monstruos". Carmen Moreno, aparte de dejarnos una historia de vampiros muy original, también lo entendió. Buena historia , Carmen . |
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