Motel Discordia

Este es uno de esos libros en los que, conforme vas leyendo, te va dando cada vez más vueltas la cabeza. No sabes con qué te va a sorprender el escritor a la vuelta de cada página; lo que sí sabes es que el ambiente es agobiante, opresivo y oscuro, que pone los pelos de punta con esas descripciones nutridas y vívidas que hacen que te estremezcas de asco o se te erice el vello de miedo.
Este es un viaje por la desquiciada mente del protagonista que en ocasiones no sabe distinguir lo que es fantasía de realidad.
Las narración no te deja descansar; casi es que no te deja ni pensar y, precisamente, eso es lo que más falta te hace para llegar a comprender lo que se cruza por la mente del protagonista. Te pasas el libro pensando ¿que está haciendo ahora? ¿porque lo hace? ¿que ocurre? ¿a qué viene esto? Es decir, todo el libro estás pendiente de lo que vas leyendo.
No sé deja nada a la imaginación del lector, salvo las concentraciones que pueda sacar, todo se da machacado para que seas perfectamente capaz de ver y sentir lo que ve y siente el protagonista con todas las consecuencias que eso pueda tener; desde luego que no es un libro apto para todos los estómagos que hay que leer con la mente abierta.