La Menuda

«Me afecta mucho lo que veo. Estoy callada todo el día, lo guardo todo y por eso decido lanzarme a escribirlo»
 
Un maravilloso cuento para adultos, porque la editorial Páginas de Espuma nos devuelve el placer de la infancia con lecturas reflexivas y punzantes como esta.
 
«Las almas siguen atormentadas por los mismos temblores. Nadie aprende»
 
¿Quién es La Menuda? Creo que es lo de menos, saber quién es, lo verdaderamente importante es lo que va descubriendo de nosotros, de nuestra forma de actuar, pensar y actuar.
                Van cayendo las páginas de este cuento, me voy parando en sus bellas ilustraciones y reflexionando sobre algunas ideas que deja caer en ellas y germinan en mi cabeza, «¿No es sencillo el placer?» «¿Por qué aprendí tan rápido el concepto de reinado?» «¿En qué momento aprendí el concepto de propiedad?».
                Una frase me alcanza y regreso a mi infancia «Porque no teníamos dinero para nada pero sí para comprar el periódico», sin ser tan extremo, pero mi padre daba tantísima importancia a la educación y a la información que jamás faltaban un par de periódicos los domingos en casa.
                Y dos textos que he releído varias veces, a mis hijos, sobre todo, «¿Qué jay que hacer cuando algo se acaba?» (pág 57), yo siempre me voy sin hacer ruido, que lo bueno pese sobre lo malo, que si nuestros caminos se vuelven a cruzar podamos guardar un buen recuerdo de esa etapa, pero hay gente que no, hace tanto ruido que convierte la despedida en un placer, en un silencio delicioso que no deseas ni seguirla ni que se crucen de nuevo los caminos. Otro fragmento releído, «Los humanos son tan fáciles de imitar (…) ¡Los humanos pueden hacerlo todo!» (pág 63).
 
Muy recomendable.