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Es una novela de Eloy Moreno publicado por EdicionesB. Como fan de Eloy y teniendo en cuenta que salió a la venta un día antes de mi cumpleaños, fue un gran regalo. Lo empecé a leer esa misma noche. Imposible esperar... pero después de unas cuantas página paré. Por qué? No lo sé. ¿Miedo? yo siempre digo que no se ha de decir miedo, sino respeto... Pues digamos que por respeto paré. Leer a Eloy a mí siempre me remueve y estaba pasando una temporada especialmente sensible. Quería disfrutar del libro pero era consciente que es un libro que se ha de leer conjugando perfectamente la intensidad y la belleza que supone sumergirte en la historia con el tomar distancia y perspectiva para poder reflexionar desde la tranquilidad. Y creo que hice bien. Porque he tenido la suerte de disfrutar de su lectura en el clubeljardindeloslibros y he compartido con unos compañeros excepcionales no sólo todo lo que "contiene" el libro, que no es poco, sino nuestras sensaciones y opiniones sobre lo verdadero de una relación de pareja, sobre el amor, sobre la rutina... porque el libro nos habla de la relación de una pareja, una relación tocada y posiblemente hundida, nos habla de la dejadez, de la comodidad de la rutina, del no pensar, del pensar pero no decir, de dejarse llevar o no... y Eloy lo explica como si estuvieras tomando un café con un amigo que comparte contigo un momento de su vida, de forma sencilla, sin decir pero diciendo, con frases cortas pero demoledoras, cerrando cada capítulo de tal manera que tienes que parar para respirar, para asimilar. No necesita una gran retórica, no hace falta buscar un vocabulario complejo. Simplemente te habla desde la cotidianeidad de una relación, de una pareja que de pronto intenta recordar cuando era divertido y desde cuándo dejó de serlo. El mensaje que transmite para mí es positivo, nos ofrece una oportunidad brillante y maravillosa para que pensemos: y yo? y tú? y nosotros? qué hacemos para que sea divertido?. Tenemos tanta suerte del amor que se nos ofrece que a veces se nos olvida. Gracias Eloy por recordármelo. Te seguiré leyendo, por supuesto. |
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