Cuando era divertido

Creo que la intención de Eloy Moreno con esta novela es la de hacerte reflexionar, para bien o para mal, sobre tu relación de pareja. Y para ello nos cuenta la historia de una de tantas parejas que un día se amaron mucho pero que han llegado a un punto muy delicado en su relación.

A mí esta novela de Eloy no me ha llegado, me ha resultado fría y carente de emoción. Únicamente me ha emocionado un poco el final, que sí me ha gustado.

Por una parte el recurso del autor de llamar igual a los dos personajes, Ale y Ale, marido y mujer, y no saber en ningún momento quien es quien, no me ha funcionado. Entiendo la intención del autor, pero yo no he empatizado con ellos.

Y personalmente, tampoco comparto la idea del autor de lo que hay que hacer para que una pareja funcione, dando a entender que si no se siguen esas indicaciones terminaremos en divorcio. Y creo que no es tan simple, cada pareja es un mundo y tendrá que buscar su propia fórmula.

Tal vez si lo hubiese leído en otro momento hubiese sentido otra cosa, pero ahora, después de 38 años de matrimonio, tengo una visión de un amor más maduro.

¿Recuperar lo que hacía cuando era una adolescente? ¡¡¡No gracias!!! Ni a nivel de pareja ni a cualquier otro nivel ¡que pereza! No soy la misma persona y no quiero las mismas cosas.

Sinceramente, no creo que el amor, con los años, tenga que ser como en sus inicios. Las personas cambiamos, las situaciones cambian, y las relaciones avanzan.

La rutina no tiene por qué ser mala. Los silencios no tienen por qué ser incómodos. No vivir en un eterno estado de enamoramiento no quiere decir que no haya amor, puede ser mucho más fuerte que en sus inicios, en la época de besos en los portales y sexo en cualquier rincón. Porque el amor, como todo en la vida, madura. Y formas de demostrarlo hay muchas, la vida te las va enseñando, te va poniendo obstáculos, y los tienes que ir sorteando.

Así que Eloy, no comparto tu visión de pareja feliz, pero seguiré leyendo tus libros porque, me gusten más o menos, siempre me hacen pensar.