Cuando empecé este libro no imaginaba la aventura en que me metía. Como a la mayoría, me sonaban los nombres de algunas ilustres viajeras como la monja Alférez o la famosa exploradora Alexandra David-Néel, pero poco más. Recuperar las hazañas de aquellas pioneras no era tarea fácil, la historia no se preocupó de ellas hasta el siglo XVIII. Descubrí sorprendida que la lista de viajeras era más larga de lo que me imaginaba. Desde las heroínas castellanas del siglo XII hasta las astronautas que hoy viajan al espacio, ha habido tiempo para ver mundo. Un mundo, el de entonces, sin fronteras, pasaportes y aún por cartografiar. Este libro rescata del olvido los nombres de muchas mujeres que, desde distintos estamentos y clases, decidieron hacer de su vida una auténtica aventura. Mujeres que no quisieron pasar su existencia encerradas en cuatro paredes, cosiendo, hilando, cocinando o cuidando de una amplia prole. Mujeres admiradas algunas pero criticadas muchas otras por no querer encajar en los estrictos moldes sociales. Mujeres a las que se les quiso negar en muchas ocasiones un reconocimiento público a sus vidas. |