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Alan Moore nos expone de un modo magistral la historia de Jack el Destripador, cargada de tintes fantasiosos y filosóficos (lo que le aporta gran belleza a una obra tan cruda), y fundamentada en una intensiva labor enciclopédica que queda de manifiesto en el apéndice I. Gracias al citado apéndice podemos ir sumergiéndonos con mayor profundidad en la psique de los personajes así como en la verdadera historia, o al menos lo que nos ha legado como verdadero en un acontecimiento lleno de contradicciones e incógnitas, pero también podemos confirmar cómo nada de lo que aparece en la novela es casual. Todos los personajes tienen un porqué, y esto a mi parecer es simplemente increíble. Aunque personalmente me costó un poco apreciar la lectura (en especial antes de descubrir el apéndice 🙃), el capítulo decimocuarto me ha sorprendido con creces con su poética, sátira y verdad. ***Mini spoiler*** Cabe destacar a su vez la capacidad de Alan Moore para condensar en estas últimas páginas elementos como la historia de Gull, la crítica a las relaciones en el psiquiátrico, la composición de "El fantasma de una pulga" de William Blake o "la cuarta dimensión". " Lo cierto es que esto nunca ha tratado sobre las muertes, el asesino o las víctimas. Ha sido sobre nosotros". |
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