Un cómic enorme, un clásico. En esta historia sobre Jack el Destripador se juntan sociedades secretas, complots de la realeza, ciencias ocultas y relato de psicópatas con gran maestría y seriedad. Tanta que parece que lo que cuenta tiene que ser verdad sí o sí. Mención aparte merecen los anexos en los que Alan Moore muestra su erudición respecto al siglo XIX británico. Imprescindible.
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