Como siempre, y con cada uno de los libros de Ana, su autora tiene la facilidad de inspirar en el lector esa actitud contemplativa que nos une al momento presente, de la misma manera que muchas personas buscan conseguir con la práctica de "mindfulness". Sigue reflejando la esencia del cambio en la vida, como reza la Ley de la Impermanencia budista, en un continuo fluir que nos enseña a practicar algo tan difícil para cualquiera como el desapego. A lo largo de las obras de esta serie se experimenta esa sensación de final de etapa tan agridulce, así como el inevitable paso hacia lo nuevo. Se podría decir, por tanto, que esta serie supone todo un manual para la vida escrito en forma de novela.
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