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Durante la semana pasada, me convertí en compañera de aventuras de la imaginativa, comprensiva y bondadosa Ana Shirley. He acompañado a esta peculiar pelirroja y a las siete pecas de su nariz durante su entrada en la madurez, y es que en "Ana de Avonlea" la alocada Ana de "Ana de Tejas Verdes" da paso a una más tranquila, reflexiva y responsable. Sin embargo, a pesar de estar ante una joven más madura, podremos vislumbrar en más de una ocasión a la chica alocada y fantasiosa que nos conquistó en el primer volumen, porque Ana seguirá metiéndose en algún que otro problemilla por su espontaneidad. Conoceremos nuevos personajes, habitantes de Avonlea, nuevas historias y nuevas "almas gemelas" de Ana. Habrá nuevas aventuras, nuevos desafíos a los que la protagonista, junto con su inseparable amiga Diana, deberá enfrentarse. Incluso, en alguna ocasión, nos encontraremos con el adorable, guapo y enamorado Gilbert Blythe (pero, para mi gusto, que soy una romanticona empedernida, sale muy poco). En general esta novela es mucho más madura, pausada y contenida que el primer volumen. Y sí, para mi gusto le falta un poquito de chispa, quería encontarme con la niña intrépida, preguntona y fantasiosa que me cautivó en Tejas Verdes y me he encontrado con toda una mujercita, cargada con responsabilidades. Eso sí, con una mente despierta y que sigue enfrentándose al mundo con ilusión, fantasía y bondad. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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