Esta continuación de "Ana de Tejas Verdes" nos lleva a reencontrarnos con uno de los personajes más entrañables y especiales que he tenido el gusto de leer. Ana es sin duda alguien a quién me gustaría conocer, capaz de aportar luz allá donde vaya. Simpática, cariñosa, buena persona y con una imaginación desbordante. Un personaje que inspira y al que sin duda merece la pena leer. En este volumen veremos una evolución de Ana debido a su edad, aunque conservando toda su esencia. A sus 17 años, Ana comienza a trabajar como maestra de la escuela y podremos ver como se desenvuelve (sus ideas, métodos y el gran cariño que despierta en sus alumnos). En casa también habrá cambios debido a la adopción de dos mellizos por parte de Marilla, que tendrá divertidas y agotadoras consecuencias a causa de las constantes travesuras de uno ellos. Aparecerán nuevos personajes para dar forma a una historia en la que destacan los pequeños acontecimientos de una vida sencilla y de los que Ana siempre consigue sacar alguna reflexión en positivo. Se tratarán temas como el primer amor, las amistades, la soledad, la pérdida de seres queridos..., y seremos testigos de la vida y el pensamiento de la época en lo que, a costumbres, religión o rol del hombre y la mujer se refiere. Será curioso verlo también desde el punto de vista infantil, el de los adultos y el de Ana y Marilla, con su diferente forma de ser. Es, en definitiva, una preciosa novela a la que siempre apetece volver. Una historia pausada y tranquila, que se disfruta de principio a fin y más con una edición tan bonita que nos ofrece unas preciosas ilustraciones. |