La definición más general del gusto, sin considerar si es buena o mala, si es justa o no lo es, consiste en que es aquello que nos liga a una cosa por medio del sentimiento; lo cual no impide que se pueda aplicar a las cosas intelectuales, cuyo conocimiento le proporciona al alma tanto placer, que ha sido la única felicidad que algunos filósofos pudieron comprender. El alma conoce a través de sus ideas y de sus sentimientos; recibe placeres a través de esas ideas y de esos sentimientos: pues, aunque opusiésemos la idea al sentimiento, cuando el alma ve una cosa, la siente; y no hay cosas tan intelectuales como para que ella no las vea o que no crea verlas, y por ende para que no las sienta. |