Historias de cualquier ventana iluminada

Estas historias están contadas en primera persona, quizá porque quién mejor que uno mismo para hablar de su vida, con sus errores y aciertos propios. Es cierto que es más fácil tratar temas en los que nos ha ido todo bien, pero los personajes de este libro hacen un intento por comprenderse a sí mismos a través del relato de sus vidas. A veces, el proceso de curación del alma empieza por hablar, por confesar tus propios errores o verbalizar nuestros miedos y traumas. Por eso, estos personajes son un buen ejemplo del ser humano en su lucha por sentirse mejor cuando todo va mal.

Algunos relatos son más bien breves, y parecen simplemente describir un momento en la vida de una persona. Es sí, nos da detalles de la misma, de manera que en tres páginas podamos comprenderla perfectamente.

Otros relatos, sin embargo, más bien parecen novelas cortas, ya que se componen de varios capítulos. En estas historias, además de suceder más cosas, se hace una descripción más detallada de la personalidad del personaje principal, pudiendo así disfrutar de unas descripciones ricas en vocabulario y juegos de palabras.

En mi opinión, cada relato ha sido único, y aunque la mayoría de los temas son acerca de situaciones cotidianas, es cierto que nunca había leído algo parecido. Creo que la elección de poner el último relato en es posición ha podido ser totalmente a propósito, ya que este, para mí, supera a los demás y pone la guinda en el pastel. Se trata de uno de los más largos, y por ello, en cada capítulo te va sorprendiendo cada vez más. Pero el final ya es de dejarte con la boca abierta. Todo un acierto para poner el broche final a este conjunto de historias tan diferente.