3.75 por esos momentos en que todo parecía demasiado para ser realidad. Pero definitivamente la realidad muchas veces le gana a la ficción, y cuando el dinero corrompe no hay nada que este fuera del alcance. Donde llega la imaginación, si el dinero puede comprarlo, se hace. Y la desesperación toma forma de medidas desesperadas.
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