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Nos traslada a la pampa argentina, a Santa Catalina, donde vive la familia Solanas. Varias generaciones pasaron por esta casa y dejaron su huella. Entre juegos y baños en la alberca, los niños visitan el ombú que hay en la propiedad, al que piden los deseos que quieren ver cumplidos. Incluso se dice que este árbol es mágico... y la verdad es que lo es, al menos hasta que los mismos niños crezcan y dejen de creer en su magia... El árbol del ombú juega un papel importante en esta historia. Los ha visto crecer, conoce su dolor, su amor, su placer... Aunque el libro nos adentra en la historia de varias generaciones de la familia, se centra en la vida de Sofía Solanas y en su historia de amor imposible, un amor prohibido que le cambia la vida y la alejó durante muchos años de Santa Catalina. Pero ahora Sofía ha vuelto y con su regreso también lo hace el pasado... Vuelve a su querida tierra y al ombú que para ella simboliza una infancia idílica, el árbol que la ayudó a superar los tiempos difíciles. Una vez pasadas las primeras páginasme quedé atrapada con la historia. El primer impacto fue la forma en que la autora describe Argentina. En serio que a mí nunca me ha llamado especialmente la atención Argentina, pero debido a la forma en la que autora describe los paisajes, la forma de vivir, la historia del país... ahora tengo unas ganas enormes de visitarlo. Le cogí rápidamente el ritmo y la pluma de la autora empezó a atraparme muchísimo. Tiene una escritura cautivadora, delicada y muy fluida y nos ofrrece una historia muy bien construida. La familia y personajes son cercanos y reales, llegamos a amarlos, sentimos el sufrimiento de cada uno y compartimos con ellos sus alegrías y tristezas. Sientes que eres parte de la familia. Me encontré con una lectura emotiva y melancólica, a veces con ganas de llorar de frustación y desesperacion y otras de reír de felicidad. Y además, con personajes excelentes llenos de matices y donde no faltan los secretos e intrigas familiares. ¡Recomendada! |
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