Una historia con el cliché jefe/empleada que engancha, divierte y se lee en un suspiro. Los protagonistas, Georgia y Kline, me han gustado, tienen unas personalidades muy bien definidas y me ha sido fácil conectar con ellos. Su relación, aunque se forja en poco tiempo, no me parece ni forzada ni «instalove», cosa que agradezco. Lo malo es que para mí la historia ha ido de más a menos, no sé exactamente por qué pero el tramo final no me ha acabado del todo. Los secundarios prometen, así que veremos de quién trata la próxima novela de la serie.
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