Un libro escrito para niños con el que se emocionan los adultos. Una escritora con grandísima facilidad para comunicar y transmitir emociones a través de los ojos de un niño. Qué decir de los ilustradores, empezando por la portada de Eduardo Arroyo, y siguiendo por los otros seis. Una edición bonita y muy cuidada, hecha con mucho cariño. Estoy deseando llegue la feria del libro para conocerla y me lo firme.
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