Basada en una leyenda tibetana, Miyazaki nos trae esta bonita y melancólica historia. Siguiendo su línea en cuanto a trama, nos encontramos con Shuna, un príncipe que emprende un viaje en busca de las semillas divinas, que al parecer son la solución para mitigar la hambruna de su pueblo y de otros reinos. En su viaje, Shuna conocerá a Tea y su hermana pequeña, dos niñas esclavas a las que ayudará y que cobrarán gran importancia en adelante. El arte me ha parecido precioso, siendo el estilo de dibujo muy similar al de sus obras más conocidas, pero el toque del color en acuarelas le da un plus que lo hace todavía más bonito. Muy recomendado. Ah, y no es un manga al uso, si no que parece más novela gráfica. Si lo habéis leído me entenderéis 🖤 |