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Hace veinte años que sucedió, veinte años en los que Olivia no ha podido desprenderse de su milagroso pasado. Con tan solo 6 años, desapareció durante una terrible tormenta estando sonámbula. Los vecinos de Widow Hills estaban convencidos de que la encontrarían porque allí nunca había sucedido nada igual. Después de tres días de búsqueda, la pequeña apareció sana y salva dentro de una alcantarilla. Pero esta historia pertenece al pasado y si algo tiene claro Olivia es que quiere vivir tranquila sin que la gente le mire diferente por ser quién es. En Central Valley nadie la conoce y puede vivir sin preocupaciones. Todo es perfecto hasta que vuelven sus episodios de sonambulismo y aparece un cadáver en su jardín ¿Qué ha pasado? ¿Ha sido ella quién le ha quitado la vida? ¿O anda un asesino suelto cerca de su casa? Una historia narrada en primera persona por Olivia que entremezcla el presente con la desaparición que se produjo veinte años atrás. Además, entre los capítulos aparecen reportajes, conversaciones de tertulias y correos electrónicos que nos dan una clara idea de lo mediático que fue el caso. La chica de la tormenta no es un thriller con un ritmo vertiginoso, la primera mitad es bastante lenta, pero no por ello menos interesante. A partir del nuevo episodio de sonambulismo de la protagonista el ritmo de la historia aumenta bastante. Los personajes están bien desarrollados, algunos para mi gusto en exceso. Me ha sorprendido la relevancia que ha tenido cada personaje y os puedo asegurar que he dudado de muchos de ellos desde las primeras páginas. La sensación de estrés y nerviosismo que se produce cuando desaparece un niño me ha parecido brillante y muy fiel a la realidad, y sin duda es lo que mas me ha gustado del libro. El final me ha sorprendido bastante aunque me habría gustado que participasen en él algún que otro personaje. |
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