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Hay algo todavía más extraño -por lo bello e inesperado- que el amor, pero antes hay que pasar por un proceso de autodescubrimiento no exento de renuncias, sacrificios, comprensión y decisiones. Es lo que le sucede a Nemrod, un adolescente de trece años cuya vida familiar no puede ser más triste: desde que su padre se ha quedado en el paro no hay comunicación entre ellos y los problemas económicos hacen mella en la familia. Nemrod estudia en el instituto donde es muy poco popular y no tiene amigos. Hace poco que se trasladó allí con sus padres y se ha acostumbrado a que todos le ignoren e incluso se burlen de él. Su habitación es como un templo donde colecciona todo tipo de objetos de los años 80 como walkman, relojes analógicos y, sobre todo, cualquier cosa relacionada con la serie de Netflix Stranger Things. Todo parece cambiar cuando Nemrod le llega una información que puede cambiar su vida: no muy lejos de su pueblo se organiza el Strange Camp, un campamento temático para los fans que promete reproducir con todo detalle la serie. Incluso está prevista la visita de una de las protagonistas de la serie. Nemrod desea con todas las fuerzas ir, pero no cuenta con el dinero y su padre no parece dispuesto a dejarle nada. Contra todo pronóstico, Nemrod consigue inscribirse a tiempo y se dispone a disfrutar durante un par de semanas de ese mundo que tanto admira. En el campamento los fans de la serie participan en muchas actividades como los personajes de la serie que conviven con la tecnología de aquel momento, como los walkie talkies y las bicicletas para desplazarse. Además, hay que pasar por una especie de iniciación donde hay que enfrentarse a un monstruo. Nemrod está dispuesto a todo, pero cuando descubre la naturaleza del monstruo y los efectos del campamento todo en lo que creía y le hacía feliz da un vuelco. ¿De verdad es necesario aferrarse al mundo de ficción?¿La televisión, los personajes… tenemos en verdad algo que envidiarles? Nemrod no tardará en darse cuenta de la necesidad de ser el verdadero protagonista de su vida y que no es oro todo lo que reluce. Strange love: más extraño que el amor puede considerarse como un spin-off de esta serie mítica, pero también una llamada a mirar dentro de uno mismo. Como podemos leer en la nota editorial del libro: Una novela que, a fin de cuentas, nos recuerda que no se trata de encajar, sino de quererse. Enlace: https://www.culturamas.es/20.. |
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