La verdad es que ha sido una novela que me ha sorprendido mucho puesto que, leyendo la sinopsis, no me esperaba que la trama me fuera a enganchar tanto como lo ha hecho. La autora nos regala la historia de Sam, una chica que, de la noche a la mañana, se encuentra en la encrucijada de aceptar un trabajo en Nueva York o continuar con su vida junto a su familia y trabajando como profesora en la universidad, viviendo su vida teniendo claras sus prioridades y sin salir de su zona de confort. Sin embargo, decide dar el paso y marcharse a la ciudad que nunca duerme, donde su mundo se pondrá patas arriba cuando conozca a Jack, un hombre de esos que quitan el hipo y con el que tendrá una atracción tan brutal que hará temblar los cimientos de sus vidas. Deberán trabajar codo con codo y obviar ese deseo que sienten pues Jack guarda un secreto que no puede salir a la luz o el proyecto que están desarrollando podría flaquear. ¿Podrán resistirse a esa energía que los atrae? ¿Serán capaces de trabajar codo con codo cada día sin caer en la tentación? Samantha es una mujer a la que le cuesta relacionarse con los demás por un pasado que tiene guardado bajo llave mientras que Jack es un hombre con apariencia arrogante y fría, cuyo mundo se verá arrasado por la llegada de Sam. No me esperaba para nada el ritmo frenético que coge la novela en las últimas páginas y lo adictiva que es. Además, los personajes están muy bien construidos y los secundarios tendrán una relevancia absoluta para la trama. Con un escenario de película 🗽, la historia se desarrolla con agilidad y veremos cómo la atracción entre los protagonistas es palpable y tan certera que será capaz de poner su mundo patas arriba. Una historia donde vemos cómo Sam, por primera vez en su vida, se deja llevar y lucha por lo que quiere mientras que Jack abrirá su corazón sin darse cuenta, un corazón que lleva mucho tiempo sin sentir, sin vivir. |