Entre mundos

"Entre mundos" nos presenta el maridaje perfecto entre novela de aventuras, ciencia ficción con toques distópicos y pequeñas pinceladas de fantasía. Y además, todo ello acompañado de ambientación steampunk.

Esta es una de esas novelas en las que merece la pena adentrarse sabiendo cuanto menos mejor, así que no voy a dar demasiados detalles de la trama. Sin embargo, sí quiero hablar de la estructura que sigue, presentándonos la historia a través de tres tramas que a priori parecen completamente independientes pero que, poco a poco, se van conectando de una manera de lo más sorprendente. Y aunque al principio es posible que sientas preferencia por alguna de ellas (al menos eso es lo que me ha pasado a mí) llega un punto, cuando empiezas a intuir la conexión, que las tres te acaban envolviendo y atrapando por igual.

Es una lectura que va "sin pausa, pero sin prisa". Ni lleva un ritmo trepidante ni se queda corta de acción. Simplemente, va avanzando. Va progresando, mirando siempre hacia adelante, y nos va dando a cada momento los inputs justos para mantenernos atrapados. Y es que, si algo tiene esta novela, es que nos mantiene en un estado de intriga constante.

A destacar el gran trabajo de construcción de los personajes. La autora ha querido arriesgar jugando con un gran repertorio y saliendo indemne de ello. Personajes de todos los sexos, posiciones sociales y rangos de edad (que van desde los 16 a los 100), con personalidades propias que los hacen perfectamente diferenciables y que permiten que el lector sienta afinidad por, al menos, uno de ellos. Además, dichos personajes se van intercambiando el rol principal-secundario de manera que no tenemos un claro protagonista. Todos ellos tienen su papel y su importancia.

Una muy buena primera parte que nos presenta un universo de lo más prometedor y que, a pesar de dejarnos un mundo patas arriba y un sinfín de preguntas pendientes de respuesta, contiene la acción justa para que no resulte demasiado introductorio, permitiéndonos empezar un viaje largo y ajetreado del que todavía nos quedan varios kilómetros por recorrer.