Escarlata veneciano

Hacía mucho tiempo que no leía una novela cuya historia transcurriera en otro siglo que no fuera el XXI o el XX y la verdad, pensaba que me iba a resultar más pesado, pero no lo ha sido.
Antes de devorar novelas negrocriminales me dedicaba a leer novelas históricas y creo que acabé un tanto saturado. Lo que no sé es porqué, después de tanto años, no me canso de leer novelas negrocriminales. Supongo que es lo que siempre decimos los lectores del género: tienen algo especial y creo que en el caso de Escarlata veneciano de Maria Luisa Minarelli es esa mezcla entre lo policial y lo histórico que, como siempre, bien tratado y en su punto justo hace que el lector disfrute de la lectura.

La trama de la historia transcurre en la Venecia de finales del S.XVIII, en concreto, 1792, cuando aún era capital de la República de Venecia, denominación que tuvo hasta 1797 cuando Napoleón entró con sus tropas a Venecia y dejó de ser un estado independiente.
Por lo que veo, la autora ha publicada varias novelas en Italia en las que el avogadore Marco Pisani es el protagonista de la historia. No sé si tendrá en mente hacer alguna con Napoleón entre sus personajes, creo que estaría bien.

Esta es la primera de la serie que llega a España de la mano de Amazon Crossing y la traducción de Patricia Orts, y llega después de tener un gran éxito de ventas y crítica en la vecina Italia. Estoy convencido que después de esta vendrán otras y más después de leerla, pues ha sido una experiencia muy entretenida a la par que instructiva, pues he aprendido muchas cosas sobre la organización policial de la República de Venecia y os he de decir que era todo un tanto complicado. No me extraña que el avogadore Pisani, similar a un fiscal, se ocupara el mismo de las investigaciones visitando los sitios, interrogando el mismo a los acusados en sus casas, en definitiva, haciendo de detective. Esa es sin duda una de las gracias de la novela.
Como también lo es ese viaje a Venecia. Dice la misma autora en la parte final del libro, que la ciudad ha cambiado, pero tampoco tanto. Yo hace bastante que estuve en la ciudad italiana, pero muchas de las referencias me sonaban y hacían que disfrutara más de la lectura al imaginarme con más claridad los escenarios en los que estaban.

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