La maldición de la yaya Berta

La curiosidad es una virtud y mantenerla activa en la vejez pasa a ser un don.

Pero el primer amor no se olvida, se envuelve con cariño en papel fantasía. Es una especie de realidad soñada por lo que fue y por lo que podría haber sido.

"Cualquier vida se construye acumulando momentos. El presente aumenta el valor si se proyecta como la futura nostalgia de buen recuerdo. No deja de ser una inversión a largo plazo y como toda inversión puede generar beneficios o pérdidas, un riesgo que merece la pena correr : el beneficio de la memoria y la gran perdida del olvido. Lo que hay que hacer es alimentar bien el presente y vivir la vida"

Se instaló entonces en un nuevo mundo sin mayor amenaza que el resto de su vida.

Por eso dicen que el tiempo lo cura todo y, no es que cure, es que todo se va. Se agota el momento, porque nada es eterno.