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Con "El Retrato del Depredador" nos encontramos ante una novela más que oscura. Si por el mero hecho de leer "vampiros" en la sinopsis intentamos relacionarla con la saga de "Crepúsculo"... ¡pecamos de ilusos a más no poder! Como asidua lectora que soy de la novela negra y del terror desde hace años ya, últimamente, pocos libros lograban llegar a estremecerme en el más sentido estricto de la palabra; hasta ahora... El mundo oscuro que el autor ha creado es realmente perturbador, horripilante y muuuy gráfico. Aunque en sus páginas no hay imágenes que muestren las brutales escenas que Miguel narra, la descripción de los hechos hace que podamos imaginarnos la situación como si la estuviésemos viendo en una película de terror. Miguel Rivera logra estremecernos con esa crueldad máxima, esa violencia explícita, esas escenas realmente gore y sádicas que encontraremos página tras página, de principio a fin; y, a su vez, nos hace obsesionarnos a tal punto de no querer/poder soltar el libro hasta terminarlo. Bien es cierto que al principio cuesta un poco "cogerle el tranquillo" y que los protagonistas, a mi parecer, podrían haber dado más de si ya que otros personajes dan la sensación de estar más elaborados, más perfilados... pero, realmente, nada grave ya que como decía anteriormente esa necesidad de no querer/poder dejar la lectura se hace patente de principio a fin. ¡IMPORTANTE! 1). Para leer esta historia hay que ir con la mente muy abierta y con un estómago realmente duro: crueldad máxima, violencia explícita, escenas más que gore y sádicas, incesto, sed de poder... es lo que encontraréis en esta historia. 2). Esta lectura te traumará/escandalizará sobremanera, pero a su vez llegará a captar tu máxima y absoluta atención y, muy probablemente, podrías convertirte en un fanático de la literatura gore como quien no quiere la cosa... Y para finalizar: Realmente "la tétrica" (¿perturbada?) mente del escritor es la que debería atemorizarnos: ¿qué le inspiró a crear a este par de personajes sanguinarios donde la crueldad máxima y el sadismo no cesan?; pero, sin embargo, debería ser más preocupante aún que hayamos personas que "disfrutemos" de esta lectura y no podamos dejar de leer. |
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