Siempre tengo la impresión que los clásicos pueden llegar a aburrirme, después que los leo me doy cuenta de mi error. Me ha resultado una lectura fácil y entrañable, de como la gente que dedica su vida a vivirla plenamente, a colaborar con los demás, a tener la cabeza ocupada, ayudando, escuchando o simplemente estando, resulta una existencia más plena y olacentera que aquellos que viven en el chisme, la crítica y la zozobra... La fe? La fe es otra cosa... Que cada uno crea lo que quiera y en lo que quiera, pero viene a cuento eso de haz el bien y no mires a quien! |