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Historia ideada por Tony Nixey y el eterno Mike Mignola &#xNaN, que nos trasladan a los muelles de Londres a mediados del siglo XIX. Dos peligros inexplicables atormentan a la ciudad: una serie de asesinatos de prostitutas al más puro estilo Jack el Destripador y una plaga que transforma a los hombres en monstruos con protuberancias en forma de aletas, tentáculos y demás malformaciones. Vamos, como recién salidos del Holandés Errante 🪸. En medio de todo esto se encuentra nuestro protagonista Joe, que se ve envuelto en la investigación de estos hechos por casualidad. La única pista es un nombre susurrado por las esquinas... Jenny Finn. La premisa es atractiva y el desarrollo de la trama está a la altura, yendo de menos a más, hasta explotar en un final inesperado, muy acorde al conjunto, en mi opinión 👌. Aunque es un guión sencillo y una historia no muy larga, está repleta de elementos que atrapan y captan el interés del lector: el misterio de fondo, lo sobrenatural (sesiones de espiritismo, sectas, fantasmas...), las rarezas basadas en el imaginario lovecraftiano... Todo esto envuelto en una atmósfera sombría donde somos testigos de lo peor del ser humano. Esta esencia queda captada a la perfección por el trabajo de color de Dave Stewart, que consigue crear una ambientación lúgubre y decadente, ideal para representar la historia que aquí se cuenta y muy acorde, asimismo, al momento y el lugar en el que se contextualiza. Recordad que hablamos de las zonas más rudas del Londres victoriano, habitadas por la clase baja. Esto queda también muy bien representado en el estilo de dibujo y el diseño de personajes. La gente de «Jenny Finn» es fea. Los rostros están demacrados, les faltan dientes y, en fin, reflejan la dura realidad de estos estratos de la población de la época. En definitiva, fans de los tentáculos, tenéis que leerlo 🤩. |
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