La chica que escapó de Auschwitz

Esta novela esta basada en hechos reales y tanto la protagonista, Mala Zimetbaum, presa 19880, como muchos otros personajes que en ella aparecen, existieron en realidad. Toda la parte que se refiere la relación entre los protagonistas y su huida el 24 de junio de 1944, las partes relativas al campo de exterminio, el alzamiento de Los Sonderkommandos que trabajaban en las cámaras de gas y los crematorios … son reales.

La autora nos traslada al tristemente famoso campo de concentración y extermino de Auschwitz- Birkenau donde Mala trabaja como mensajera e interprete por su conocimiento de idiomas: hablaba flamenco, francés, alemán, inglés, polaco y algo de ruso. Gracias a esto sus condiciones son mejores que la del resto de prisioneros. Pero como todos en el campo, sueña con poder escapar de la barbarie que allí se vive y ser libre.
En el campo conocerá a Edward Galinski, Edek, preso 531, un joven polaco quien también goza de una posición “privilegiada”: realiza trabajos de mantenimiento en las instalaciones del campo. Desde el mismo momento en que se cruzan surge una conexión especial. Juntos se aferrarán a un amor imposible, y a la fe y la esperanza de poder compartir un futuro fuera de las alambradas que rodean el campo.

Como todos los libros que hablan de los campos de concentración, es duro leer los horrores que allí se sucedieron de una manera tan fría. A largo de sus páginas descubriremos el contraste entre los presos al borde de la inanición, a merced de los guardias, kapos ... Y los llamados "privilegiados" que por sus cualidades (idiomas, dotes artísticas, cualificación...) gozaban de más comodidades.
También leeremos como hubo oficiales alemanes, como Edward Lubusch, supervisor de Edek, que no comulgan con la ideología nazi, y no soportaban las vejaciones, castigos y humillaciones que se ejercian sobre los presos y como, sin ponerse en demasiada evidencia (pues también podían acabar en un campo de concentración para su reeducación), intentaban hacer más leves los castigos.

Como protagonista absoluta, tenemos a Mala, una joven que gozaba de esos “privilegios”, pero que no se resignaba y desde su posición en la oficina del campo hacia todo lo posible por ayudar en medio de tanto horror. Humilde y bondadosa siempre anteponía a los demás a sí misma. Una joven noble, valiente y fuerte que no se rendía nunca.
A través de sus ojos veremos la realidad del campo, podremos sentir el frio de la lluvia y la nieve, el olor del crematorio, las cenizas que volvían el aire irrespirable, que se pegaban a la ropa, a la piel...

Es uno de los libros más duro que he leído sobre esta temática. Una historia digna de leer, en la que encontraremos resistencia, humildad, lucha y dignidad. Una historia que nos demuestra que en medio de tanto horror pueden germinar sentimientos bonitos como el amor, la bondad, el respeto ... Que en medio de tan barbarie aún se pueden sacar fuerzas para vencer.

Un libro en el que predomina la importancia de la libertad, la poca humanidad y la realidad tan espeluznante que había en los campos de concentración. Una historia llena de dolor y tristeza. Pero, a pesar de ello, también es una historia de amor, generosidad y complicidad.

Un libro que cuenta una historia agridulce, desgarradora e injusta que pese a ser parecida a otras que he leído, es diferente porque al final queda patente que la esperanza es lo que nunca se pierde, que el coraje la mantiene viva pese a todo y a todos.