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La comencé con cierto temor al haber leído críticas que la acusaban de ser excesivamente lenta, entre otras cosas. Y en las primeras páginas a veces me lo pareció por lo que consideré que era un exceso descriptivo. Pero ese mismo ''exceso'' es el que hace que te conviertas en el mismo Landsman: un antihéroe deshecho, sin futuro ni esperanza que puede que ande buscando su propio fin. Chabon logra introducirte a su vez en una sociedad judía tan cerrada como creíble (desconozco hasta que punto esta sociedad se parece a la de Israel). Como ucronía le doy un 10 y como novela policíaca un 8. Estoy deseando leer mas obras de este autor aunque sean de otros géneros. Para mí, discrepando con muchos lectores, si es un justo ganador de los premios que se llevó y me asombra (y molesta) que los señores editores de Mondadori no hagan referencia a dichos premios en esta edición y que la engloben dentro del genero policíaco distanciándola de la ciencia ficción (imagino que buscando un mayor sector de compradores) |
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