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«Peaks», donde todo sucede De repente, se despertó en una habitación desconocida. No recordaba absolutamente nada de antes de llegar allí, nada. No era nadie. Un desconocido entra en la habitación y le dice que se tranquilice: lleva tres meses en coma después de un accidente de coche. Comienzan así las idas y venidas para poder descubrir quién es, cuál es su pasado, por qué nadie parece ser quien dice ser… Una vez más, Dani Mendoza nos introduce en un mundo donde la apariencia y la realidad fluctúan para que podamos sentir de manera más intensa las emociones humanas. Así nuestro protagonista de hoy, completamente desubicado, consigue introducirnos en el ambiente, que se acerca al del famoso Twin Peaks, tan característico de las novelas del autor y que casi está configurando como su marca personal. El tema que encontraremos en dicho ambiente, y que lo favorece, será la pérdida y búsqueda de la verdad. de este modo, verdad no se referirá solo a los sucesos sino también a la identidad, ese constructo que al ser tan difícil de definir parece complicado de perder. La novela se estructura, en cuanto a trama, en dos partes bien diferenciadas: la de la búsqueda de la verdad, donde tanto lector como personaje sentirán la incertidumbre de la irrealidad que les rodea; y la de la revelación de la verdad, además de manera magistral, porque esta no se va a hacer solo en relación al protagonista, sino al entramado entero que ha llevado a la situación inicial. En este sentido, me ha gustado más la segunda parte por la consistencia y lo bien atados que quedan todos los cabos sueltos. Pensamiento caótico Sin embargo, este es el segundo libro que leo del autor y, aunque ya conozco su estilo, sí me deja la sensación de que la historia de Leteo está más desestructurada. Es cierto que se debe a la propia idiosincrasia del planteamiento, de la cuestión inicial de la novela con esa idea de pérdida de la verdad, de lo real; pero también es verdad que como lector este no saber a qué asiste agota en la lectura. Normalmente, no tengo que tomarme pausas al leer y con este he tenido que hacerlo porque era cansado para mi cerebro componer esta historia a base de piezas que sí son, pero luego no son. No obstante, esto no quiere decir que el autor no lo haya hecho bien en su escritura. al contrario, ya que si consigue transmitirnos y provocarnos esas sensaciones es que la narración está bien trabajada. al fin y al cabo, gracias a esta manera de plantearnos situación, escenario, tiempo y personajes lo que hace es trasladar el desconcierto del protagonista al lector, metiendo a este de lleno en la narración. El desamparo y desconocimiento que sentimos leyendo no es más que un buen trabajo del autor para promover la identificación lector-protagonista. Como podéis ver, hablar de esta novela es un poco complicado, ya que, como sucede con la historia en sí, poco se puede revelar si no tenemos puntos fijos desde los que empezar. Sin embargo, sí que os puedo decir que Dani Mendoza la vuelto a hacer, no solo con su entramado narrativo, sino también gracias a su estilo sencillo, pero deja mucho espacio al lector para completar, consigue envolvernos y llevarnos por donde él quiere. En este caso, tampoco hablamos de cómo son los personajes, porque estos se van desarrollando junto a nosotros en la historia, de tal manera que no es hasta la última página cuando puedes decir, este es de aquella manera o de aquella otra. Enlace: http://ellibroenelbolsillo.b.. |
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