Es uno de los libros más divertidos que he leído. A lo largo de la historia observaremos la España de los noventa a través de los ojos del protagonista, un loco sacado de un manicomio. Te ayuda a ver las cosas de otra manera, viendo la locura que existe dentro de lo que conocemos como "normalidad", conviertiendo al loco en una persona extrañamente lógica. Los elementos escatológicos ayudan a crear ese ambiente realista, demostrando la total sinceridad del protagonista, que gana la simpatía del lector mostrándole todo lo que sabe y todo lo que posee. O, tal vez, fue todo un engaño de nuestro curioso detective, que simplemente quiso crear su propia parodia policiaca y hacernos cómplices de sus fantasías. Es un libro al cual le tengo mucho cariño. Me ayudaba a conciliar el sueño cuando sufría de insomnio en el instituto. |