Todos me llaman Ful

Es de esos libros que te enganchan y cuando menos te lo esperas, da un giro que te hace leer lo que queda del tirón.

En esta ocasión, nos encontramos a Ful con un nuevo equipo, del que sólo se fía de Pepe, quien es el encargado de planear el golpe que logrará que sus integrantes se retiren a una isla a descansar... o no.

Como sucedía en el libro anterior, la suerte y Ful no son compatibles en cuanto a los golpes, por lo que se verá envuelto en una situación complicada sin quererlo y que tendrá que depender de la inventiva de Pepe.

El golpe en sí, cuando se lo plantea Pepe, hace dudar al lector de que vaya a ser tan sencillo como lo pinta, sobre todo si vienes del libro anterior Ful. Pero aun así te niegas a creer que Ful tenga tan mala suerte al ver que la primera parte se desarrolla según lo previsto.

La novela está narrada desde tres puntos de vista: el de Ful, el de Cuervo y el del sicario, aunque en algunas ocasiones, también nos encontramos capítulos protagonizados por las víctimas del golpe.

Aunque, si hablamos de los capítulos, en cuanto lees dos recuerdas el libro anterior por dos razones, por su dimensión, ya que son cortos y tienes que leer varios, y porque con la frase en la que termina uno, es el título del siguiente. Esto a mí, personalmente, me encanta, porque según la frase, hace que te pique más o menos la curiosidad el siguiente capítulo sólo por ese comienzo.

De los puntos de vista, el que más me gustaba era el de Ful al contar con más acción, pero el que más me llamaba la atención era el del sicario, por su organización y lo metódico que era.

Al ser el segundo libro en el que aparece Ful, no se ahonda tanto en su pasado, y eso permite al lector conocerle en su día a día, el cómo se desenvuelve en los golpes, aunque no sea él quien los dirija.

Al resto de personajes, los conoces sobre la marcha a excepción de Pepe y Jessi, quienes han cambiado bastante respecto al libro anterior.

Sobre todo Pepe, quien ahora es una persona mucho más calculadora y fría, algo que sorprendentemente encaja más con la imagen que tengo de él.

De Jessi no se cuenta mucho más allá de cómo le fue tras el final del otro libro, por lo que no ha cambiado mi imagen de ella.

En cuanto a los nuevos compañeros de Ful, Juan y Carapán, si os digo la verdad, yo no habría dado el golpe con ellos tras su comportamiento en la primera parte del libro. de hecho, Carapán me ha caído peor cuanto más avanzaba el libro.

Del lado de la justicia, tenemos a Cuervo, un policía que su especialidad es encerrar corruptos. Me ha gustado el compañerismo que le rodeaba y su forma de trabajar en el caso.

Como comentaba al inicio, el final es para leerlo del tirón, ya que de golpe empiezan a pasar bastantes acontecimientos que desencadenan otros y estos otros que se resuelven de una manera que sorprende al lector, porque no te lo esperas en su mayoría.
Enlace: https://loslibrosyeva.blogsp..