Archipiélago

Archipiélago es de esas historias que hechizan. Que nos recorren como un relámpago y se apoderan de nuestro sistema sin que nos demos cuenta. de esas historias que vuelven a los orígenes, con sabor a clásico y mucha aventura.

La historia que nos presenta Nina Melero consigue mostrarnos lo que es viajar en el más amplio sentido de la palabra. No solamente viajamos por las aguas del archipiélago malayo, sino que nos embarcamos en un billete de ida hacia los desconocido y lo misterioso, hacia la búsqueda de piezas de incalculable valor, pero también hacia un viaje de autoconocimiento, de lucha y arrojo personal.

Soy de ese tipo de lectoras a las que les gusta viajar. Tanto física como literariamente. Y agradezco muchísimo haber tenido el placer de leer un libro que me ha transportado al archipiélago malayo y a tierras ignotas de valiosos pecios que dormitan en las profundidades. Lo cierto es que mis conocimientos de la zona en la que se desarrolla la historia eran bastantes básicos y gracias a esta lectura, no he podido quedar más fascinada por las tradiciones, culturas y paisajes de la zona.

El excelente trabajo de documentación que ha realizado Nina Melero es una de las piezas clave de la historia. Y es que desde las primeras páginas se abren ante nosotros paisajes salvajes, indómitos, peligrosamente bellos. Cientos de mares, archipiélagos y estilos de vida que confluyen en un caldo de cultivo ideal para crear una historia de esas que rezuman épica, con aroma de antiguas aventuras y dosis adictivas de intriga. Valoro muchísimo a la hora de leer historias el trabajo de recopilación y documentación cuando el tema que se está tratando es verídico, así que el hecho de poder situar (y casi casi, palpar) las zonas geográficas, historias y leyendas que nutren de principio a fin el relato de Archipiélago, ha sido una verdadera gozada.

Y si bien la documentación es una de las ramas esenciales de esta historia, los personajes son el tronco de este árbol que compone Archipiélago. Sin ellos la historia no sería lo que es, no se compondría de múltiples capas, poliédricas realidades de una misma historia que muestran los distintos caminos por los que nos lleva la vida.

Sin lugar a dudas, Sofía y Ollauri son los protagonistas por excelencia. Ollauri, un tipo políticamente incorrecto, bravucón, con mala leche y ganas de salirse con la suya cueste lo que cueste y Sofía, la metamorfosis pura, una crisálida que está luchando por abrirse paso y que no es consciente de su evolución y su lucha hasta bien entrada la novela. Ambos personajes, la noche y el día (aparentemente) acaban confluyendo y el dueto brilla muchísimo más cuando están juntos, complementándose a la perfección.

Sus cerca de setecientas páginas, que a priori pueden impresionar, se leen en un suspiro. Si bien los inicios de la novela pueden ser un poco lentos debido a que se produce la introducción y presentación de los personajes, con sus idas y venidas, quedan compensados con el buen ritmo que consigue la novela con posterioridad y os aseguro que después no habrá pirata que logre arrancaros de las manos la historia hasta que la hayáis terminado.

Por último, no quería acabar esta reseña sin hacer mención especial a la edición tan cuidada, repleta de pequeños detalles que hacen de esta lectura una experiencia todavía mejor.

En definitiva, Archipiélago es una historia repleta de matices, que es capaz de mostrar las luces y sombras del ser humano. Con altas dosis de misterio y aventura, una documentación fantástica del sudeste asiático y sus tradiciones ancestrales y unos personajes que no te dejarán indiferente, es una apuesta segura para los amantes de las historias clásicas de aventuras.