Hay libros que no compras por el título, la cubierta o la sinopsis, sino por el autor. Este libro es un claro ejemplo de ello. No voy a detallar de qué trata, es mejor ir descubriéndolo poco a poco. A mí me ha sorprendido mucho. Es corto, intenso y diferente. Está repleto de reflexiones de las que a mí me gustan (he subrayado bastante y eso es raro en mí, no digo más), paradojas, metáforas y referencias culturales. Eso sí, el final me ha dejado descolocada, aún no tengo muy claro qué narices ha pasado. Aquí una a la que Risto Mejide siempre consigue hacer pensar. |