Por culpa de una flor

Paisajes vacíos, una naturaleza que va creciendo salvajemente e invadiendo de forma progresiva las ruinas de un pueblo abandonado y los pensamientos de la joven Antonia son los ingredientes que componen “Por culpa de una flor”, la excepcional novela gráfica de #MaríaMedem (@blackiebooks y @apa_apa_comics).

De sus amaneceres rosas y atardeceres anaranjados, sus lagos tan claros y limpios que te devuelven el reflejo, la vegetación campando a sus anchas y sus escenas en colores contrastados, surge una extraña y atrayente flor, que se convertirá en la única compañía de Antonia y cuya relación-simbiosis parece casi orgánica. Y así, día tras día, el bienestar de esta flor se convierte en una motivación en la vida de Antonia, que se propone perpetuar la existencia de ésta cueste lo que cueste.

Aunque esta breve sinopsis pueda parecer sencilla para resumir sus más de trescientas páginas, aquí se esconde un relato íntimo repleto de lirismo con una historia aparentemente amable sobre la ausencia y la búsqueda de la identidad.

Su estética, en la que absolutamente nada desentona en todo el conjunto de las páginas tiene un aire surrealista, como si todo el rato nos sintiéramos dentro de una ensoñación. Pero es ese tono onírico y el ‘deja vu' de un cuento en el que ya conocimos a un niño cuya vida se basaba en cuidar y proteger a su rosa con un biombo y una cúpula de cristal, la que esconde la gran cuestión de fondo de esta historia: el miedo a perdernos a nosotros mismos, a olvidar quiénes somos y a alejarnos de los demás.

No os perdáis este viaje, esta experiencia visual, que se va a convertir sin duda en una de las mejores del año.

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