El piso mil

Antes de nada sitúo la historia: «El piso mil» transcurre en noviembre del año 2.118, imaginaos un edificio enorme con mil plantas, dependiendo la posición en la que vivas tendrás un estatus mejor o peor, sobra decir que quien viva en la cúspide es el rey del mambo.

La novela está dividida en varias historias, en vez de capítulos tendremos las vivencias de los siguientes personajes: Leda, Rylin, Eris, Watt y Avery. Poco a poco sus relatos se van entremezclando. Creo que los que más enganchan desde un principio son Avery-Leda y Rylin, aunque a mitad de la novela cogen todos mucha sustancia.

A pesar de estar en un futuro muy lejano este libro es tan real como la vida misma, toca temas tan dispares como las clases sociales que lo veremos en la historia de Rylin, la adicción a las drogas, envidia, líos de familia, ordenadores instalados en la cabeza, personas modificadas genéticamente, redes sociales, enredos amorosos y... una muerte. Hay tantos ingredientes que es muy difícil aburrirse.




Es complicado explicar, sin contar más de la cuenta, qué os encontraréis tras las páginas de «El piso mil» quizás sea tipo «Pequeñas mentirosas» con tintes distópicos, tiene muchos puntos fuertes.

El primero a destacar es su originalidad y es que la historia se desarrolla en un maldito edificio ¡de mil plantas! con su tecnología de futuro que conoceremos gracias a Watt sobre todo. El segundo es que a pesar de situarte en el año 2.118 el lector podría estar en pleno siglo XXI, es tan real que lo único que descoloran son los tintes futuristas. Por último, el estilo de la autora, el libro está escrito en tercera persona alternando las visiones de varios personajes, cada «capítulo» tiene pocas páginas, dando mucho ritmo a la novela.

Es una lectura ideal apta para todas las edades, que ayuda a reflexionar sobre varios puntos. Una que es fácil entrever es que el que más tiene no suele ser el más feliz y tenemos varios ejemplos como Avery, Leda, Eris y Cord. Estos personajes son la flor y nata de la sociedad, organizan las mejores fiestas y son los más cotizados en ellas, Avery es la perfección en persona -modificada genéticamente para tener las mejores cualidades-, pero a todos les falta algo y todos se sienten vacíos por dentro.

Los personajes dan un giro bestial, a medida que avanzas en la historia van madurando a pasos agigantados. Me ha pasado algo curioso, al principio me encantaba Avery y al final me he quedado con Leda, es bastante extraño dadas las circunstancias -lo sé-, pero me da pena de la muchacha creo que va a dar mucho juego en la segunda parte.

Lo único que no me gusta es que es una saga ¡odio las esperas! y más con ese final.

Os recomiendo esta lectura sin lugar a dudas, qué poco queda para leer la continuación...
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